El Salvador recientemente elegió por primera vez en la historia a un exdirigente del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) como Presidente de la Repúbica. El Presidente Salvador Sánchez Cerén se comprometió en su discurso inaugural a resolver el problema de los Desaparecidos durante su gobierno. Durante su primer mes en funciones, el Presidente dió pasos importantes tal como el anuncio de la formación del Consejo de Directivo para el Programa de Reparaciones para las Víctimas del Conflicto Armado. También nombró a la primera Procuraduría de los Derechos Humanos en la historia gubernamental.

Estos acontecimientos recientes en El Salvador señalan la apertura de nuevos espacios para el avance democrático de temas polémicos como las desapariciones forzadas que tuvieron lugar durante la guerra. Las generaciones de la posguerra han recibido poca o ninguna educación acerca de las raíces y las consecuencias de la guerra para la sociedad salvadoreña. Al mismo tiempo, líderes de derecha y del ejército que condujeron a las fuerzas militares del gobierno durante la guerra civil han lanzado conjuntamente una campaña de propaganda para desinformar sobre su responsabilidad en las atrocidades de guerra.

Por ello, el momento para lanzar la campaña”Los Huesos de Nuestros Padres” ha llegado. La campaña trabajará por encontrar los restos de nuestros padres Desaparecidos, darles sagrada sepultura, y cerrar una herida abierta en los corazones de miles de familias salvadoreñas y del país entero. La desinformación de los responsables de crímenes de guerra para cambiar la narrativa de atrocidades contra los derechos humanos exige nuestra respuesta. Con nuestro esfuerzo, contribuiremos a la labor de la comunidad de derechos humanos en El Salvador por construir la memoria histórica de una guerra que causó estragos a los derechos, esperanzas, y vida de millones de salvadoreños—porque estas atrocidades no deben suceder jamás. Nunca más.

Veintiún años después del final de la guerra, los hijos de los desaparecidos ahora declaramos: “El tiempo para encontrar los restos de nuestros padres ha llegado. El momento para darle sagrada sepulture a nuestros padres ha llegado. Ha llegado el tiempo para sanar nuestras heridas y darle cierre a este capítulo trágico en nuestras familias.” Dos décadas después de la conclusión de la guerra salvadoreña, los hijos de los Desaparecidos ahora afirmamos: “Tenemos el derecho a saber: ¿adónde están los huesos de nuestros padres?”