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Silvia Georgina Rodríguez Peña de Rodríguez nació en la ciudad de Zacatecoluca en noviembre 14, 1957. Durante su infancia y adolescencia, ella era activa y saliente, típico de una chica joven. Por ejemplo, ella era un candidato a la "Reina de baloncesto" y un miembro de un club de fútbol muy conocido que era el campeón reinante de América Central durante el tiempo.

En 1975, Silvia Georgina se trasladó a la ciudad de San Salvador para iniciar sus estudios universitarios en la Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas" (la "UCA"). En 1980, se graduó con un título en psicología clínica. Por este tiempo, Silvia Georgina ya estaba comprometido con el creciente movimiento entre los jóvenes estudiantes como ella para exigir una sociedad más justa e igualitaria El Salvador y decidió posponer su tesis. En 1981, ella se convirtió en un instructor de Pyschology en la UCA, mientras que también está trabajando a tiempo completo para apoyar a las Fuerzas Populares de Liberación (el "FPL"), un guerrillero del ala izquierda y la organización política.

Al final de 1981, Silvia se convirtió en madre a Virginia Natalia Rodríguez Rodríguez y en 1982, se casó con el padre de Virginia Natalia. A pesar de su creciente familia, Silvia Georgina siguió trabajando tanto para la UCA y la FPL. En 1982, Silvia Georgina comenzó a trabajar en su tesis, mientras ella espera su segundo hijo.

Después de disfrutar de un hermoso domingo en la playa con la familia, los lunes, Junio 27, 1983, Silvia y su hija Virginia Natalia, que era sólo un año y medio en el momento, fueron capturados por las fuerzas de seguridad de su residencia en el barrio Dina de San Salvador y la fuerza llevado a un lugar desconocido. Silvia, Virginia Natalia, junto con otras dos mujeres, Evelyn Claudina Calderón, Vilma Mercedes de Portillo y la hija de cuatro años de Vilma Mercedes de Portillo, Tania Altagracia Portillo Payan. Estas tres mujeres y los dos niños de corta edad fueron detenidos en el mismo lugar. Miracoulsy, los dos niños pequeños, Virginia Natalia y Tania Altagracia, fueron devueltos con vida a sus familias. Nadie sabe cómo ni por qué. Sin embargo, para este día, las tres mujeres nunca se han visto con vida o que se encuentran. Treinta y un años después, Silvia, Claudina y Vilma permanecen desaparecidos.

Hoy, Virginia Natalia quiere saber: ¿Dónde está mi madre?